Mi vida es como una montaña rusa. En los momentos de auge voy subiendo despacito, sin pausa pero sin prisa…parece que no acaban que poco a poco voy alcanzando la cima. Y cuando llego… ¡ZAS! de golpe hasta lo más hondo. Las curvas son inesperadas, a veces no quiero llegar arriba del todo porque sé que al final caeré…y me costará volver a subir. Hay gente que me empuja y hace la subida más amena, pero también hay momentos en los que me ayudan a subir para lanzarme más fuerte hacia abajo y sí, me duele más así. Y me canso y se me van todas las fuerzas. Por eso si un día me ves sonreír piensa que estoy rozando la cima y que puede que a la mínima me eche a llorar pues empiece a caer sin frenos. No me tengas en cuenta mis cambios de humor ni la importancia que le doy a ciertas cosas en ciertos momentos. Durante la subida todo me parece perfecto, durante la bajada todo es una pequeña tortura que me enfada, me entristece o me molesta. Subir y bajar, bajar y subir…todos los días de mi vida. Supongo que busco alguien que me lleve en línea recta o que me enseñe a mantenerme. Que me pinte esa línea para yo poder seguirla, sin más. Sin preocuparme en sentir, ni llorar ni reír. Estabilidad. Supongo que hacerse mayor consiste en ir encontrando y cuidando esas cosas que te hacen sentir bien y que te mantienen en la línea, sobre la línea recta. En fin, estoy deseando bajarme de esta montaña rusa.
''Paren el mundo, que me bajo.'' |
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