Ya estoy aquí. Descansada, sin preocupaciones. Entera para ti. No más determinantes, ni contextos filosóficos. Te echaba de menos. Echaba de menos poder tumbarme a tu lado una tarde entera sin hacer nada, con la mente en blanco. Sin pensar en nada, bueno, pensar solo en ti. Necesitaba un respiro. Y que bien me va a venir sentir la arena de la playa en mis pies día sí y día también. Se acabaron las conversaciones telefónicas hasta dentro de unos meses…Ahora toca disfrutar de ti. Me pienso quedar todas las noches a bailar entres tus brazos. A jugar que me enfado para que vengas a mimarme. No pienso levantar ni una sola vez la voz, no me apetece enfadarme. Voy a divertirme con tus fallos, no voy a tenerte en cuenta que llegues tarde o que se te olvide llamarme. Voy a quererte como si acabáramos de empezar, como si me pidieras salir el mismo uno de julio y la playa fuera nuestro sitio…
Las noches de verano…. solo tú y yo sabemos lo que eso significa.
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