martes, 17 de mayo de 2011

Dialogo con un espejo.

Cada mañana me levanto, y detrás de un marco de madera me espera. Me recuerda mucho a mi, pero sé que no soy yo. Tiene la mirada triste, pero a veces sonríe. Habla poco, pero esta mañana tuvimos una larga conversación.


-Estarás cansada ya. Ha pasado el tiempo y te ves igual. ¿No te cansas de no cambiar?


-Si he cambiado. Soy más madura, más independiente...me da igual lo que diga la gente de mi.


-¿A quién pretendes engañar?. Llevo toda la vida mirándote, cada mañana ,y puedo asegurarte que sigues igual.


-¡NO! No es verdad...no quiero hablar de esto. Si quieres hacerme enfadar, llorar...no lo vas a conseguir.


-Lo que no entiendo, por más que te miro e intento comprenderte, es tu obsesión por valerte sola. ¿No te das cuenta que necesitas a la gente a tu alrededor? ¿Que en tu intento de hacerte mas fuerte te haces daño sola?...No entiendo porque te cuesta tanto dar un abrazo, decir un gracias, un te quiero de vez en cuando...


-Supongo que me he hecho una caparazón. Me cuesta 
abrirme, me han hecho daño. No quiero confiarme porque cuanto mas alto se esta mas duele la caída. Supongo que voy de dura pero en el fondo estoy llena de inseguridades...


-Deberías salir de ti de vez en cuando, deberías aprender a quererte. La caída puede ser fuerte, pero el tiempo que estés arriba seras realmente feliz. ¿Prefieres vivir en una línea?.Yo apostaría por vivir en una noria, a veces arriba, a veces abajo....pero siempre en movimiento.


-Puede ser que tengas razón...

Y así es como un día frente al espejo hable conmigo misma. Mi reflejo me empujó a ser yo misma. Y es que aunque el mundo acabe siempre te quedas tú, no es ser egoísta, es ser realista. La gente viene y va, pero tú siempre te quedas . Y quien antes
aprende a quererse, antes aprende a disfrutar de las pequeñas cosas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario